La mejor manera de apreciar y valorar la democracia que hoy se vive en México es preguntarnos qué pasaría si no existiera, si la perdiéramos o si, de plano, nunca hubiéramos podido ejercerla.
Vale la pena hacer un ejercicio e imaginar qué pasaría en México si as elecciones se hicieran de manera diferente y no con el conjunto de instituciones, normas y procedimientos que hoy dan certeza, transparencia y claridad a los procesos electorales, y que ayudan a combatir la profunda y arraigada desconfianza hacia las elecciones.
Dicho de otro modo, ¿qué pasaría si en México no tuviéramos al Instituto Nacional Electoral (INE) o si las elecciones se realizaran como en otros países, con mayor tradición y lealtad democrática que el nuestro?